top of page
a25.jpg

¿De dónde venimos? ¿Dónde nacieron nuestros abuelos y nuestros padres? ¿Qué saberes y culturas fueron nuestra cuna?  

Si bien todo el año es bueno para dar reconocimiento y agradecer lo recibido de nuestras generaciones anteriores, las tradicionales fiestas como navidad y año nuevo, son una oportunidad para tomar conciencia de que en nosotros están plasmadas muchas historias ancestrales que son las que marcan nuestra vida.

Los Órdenes del Amor (B. Hellinger) dicen que en todo sistema de vínculos, primero es el orden y después el amor. Existe un alma familiar que insiste en restablecer el orden perdido y hoy tenemos la oportunidad de hacerlo. Estos Órdenes se trabajan a través de las Constelaciones Familiares. Se realiza con representantes de los miembros de la familia, y se tiene en cuenta a los vivos y a los muertos del sistema familiar. Participando de este trabajo se vivencia la transmutación de los sentimientos que enferman en sentimientos que sanan.  

Hoy me dedicaré al tema de los orígenes: ¿de dónde venimos? ¿dónde nacieron nuestros abuelos y nuestros padres? ¿qué saberes y culturas fueron nuestra cuna?  

A través del  trabajo con Constelaciones Familiares, observamos que en nuestros ancestros y sus tierras, sus culturas, sus creencias, están nuestras raíces más profundas. Renegar de ello puede llegar a sumirnos en angustias, soledad, estados depresivos, infortunio…

También en las generaciones anteriores hay cuestiones sin resolver como  agravios sin reconocer, muertos no duelados o no reconocidos por años, excluidos del sistema familiar, deudas impagas, ganancias inadecuadas, dolores encapsulados, secretos, ocultaciones y otros asuntos importantes que no llegaron a buen término o no se solucionaron. Las últimas generaciones cargan con ellas y sufren sin darse cuenta que las raíces de sus problemas están en las generaciones anteriores. Tampoco saben que no les corresponde cargar con ello, pero el amor ciego los lleva a esa situación y los enferma; por supuesto que todo esto sucede de forma inconsciente. 

 

Las Constelaciones Familiares se ocupan de hallar una solución a todas estas problemáticas de una manera rápida y eficaz, porque una constelación es una terapia de una sola vez. Su efecto es poderoso tanto para el consultante, como para los que participan como representantes, como para los que solamente ven desde afuera el proceso de la constelación. La sanación sobreviene en la misma constelación y se van dando los resultados hasta dos años después de realizada.

Reconocer y agradecer  todo lo dado por nuestros ancestros y su madre tierra, tanto lo que consideramos bueno como lo que creemos malo,  poner el orden adecuado en el sistema para que cada miembro del sistema resuelva lo suyo y en consecuencia se sanen los vínculos, nos permite ir hacia adelante en la vida y afrontar los caminos que nos toquen recorrer. 

A pesar de que todo el año es bueno para dar reconocimiento y agradecer lo recibido de nuestras generaciones anteriores, las tradicionales fiestas, navidad y año nuevo, son una oportunidad para tomar conciencia de que en nosotros están plasmadas muchas historias ancestrales que son las que marcan nuestra vida. Trabajar sobre ello con amor, nos ayuda a ordenar el pasado y así vivir nuestro presente libre de cargas.  Esto es lo que se hace en una Constelación Familiar.
 

33.jpg
majime.jpg
rovattti.jpg
z5.jpg
34.jpg
31.jpg
43.jpg
2.jpg
bottom of page