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Es una de las formas más elevadas del amor. Un sacrificio por otros y sin dudar.

Al altruista lo motiva el deseo

de ayudar, trasciende sus necesidades e incluso hasta

su propia seguridad

El altruismo regocija por lo menos a dos seres. Es el hacer el bien sin esperar recompensa, sin buscar obtener un beneficio personal. Son los actos solidarios desinteresados. Es una de las formas más elevadas del amor. Es a veces hacer un sacrificio por los otros y sin embargo no dudarlo. Puede ser una respuesta automática, otras puede ser una decisión a costa incluso de una pérdida de comodidad o de tiempo o de algo significativo. 

Sea como sea, el altruista no piensa en sí mismo (si piensa en su propio beneficio, ya deja de ser un acto altruista). Lo motiva el deseo de ayudar al otro, ya sea para aliviar una necesidad material, o una enfermedad o algún malestar emocional…

Trasciende sus propias necesidades e incluso puede ponerse en situaciones riesgosas. Pero lo hace igual.

Encontramos que por lo menos hay dos involucrados: el que realiza el acto solidario, fraterno y el que lo recibe. El beneficiario y el beneficiado ¿Será así? ¿Quién recibirá más?


He escuchado comentarios de gente que supuestamente estaban siendo  benefactores y sin embargo terminaron recibiendo, según sus propias palabras,  mucho más de lo que ellos dieron.

¿Qué reciben? A veces se recibe agradecimiento, pero otras no es así. O por lo menos no agradecen aquellos que se esperaba que lo hagan. Pero la recompensa llega de lugares a veces insospechados. 

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Algunas personas han dicho que luego de actos de solidaridad desinteresados,  sienten que su vida se “iluminó”,  podríamos decir que encontraron un sentido que más allá de la satisfacción de las necesidades cotidianas. Y esta iluminación proviene del propio interior de aquel que dona algo de sí para ayudar a cualquier ser vivo, humano o animal. La mayor recompensa siempre proviene de  la sensación de bienestar interno. Y no es un bienestar egoísta, es mucho más trascendente que eso. 

Martín Selligman, uno de los fundadores de la Psicología Positiva (rama de la Psicología Cognitiva, basada en la evidencia) en sus investigaciones constató que los actos altruistas son los que mayor estado de satisfacción interior crean. Y que sus efectos perduran en el tiempo mucho más que ganar dinero o alcanzar un logro personal. ​

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​¿Cuál será la causa? Podemos arriesgar explicaciones metafísicas, religiosas, sociales, psicológicas, según la postura de cada uno.  Y 
seguramente todas son válidas. Pero más que las causas, conocemos  sus efectos. Y muy positivos... para muchos. 

 

Lic. Yanina Piccinni

Especialista en psicología positiva

11-5817-4860

IG: @lic.yaninapiccinni

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