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En una nota anterior decíamos que en las terapias basadas en evidencia, específicamente en el grupo de terapias cognitivas (ya que hay varios tipos de terapia cognitiva), mencionábamos la importancia de “pensar funcionalmente”, es decir, pensar bien, para poder actuar en consecuencia y sentir en consecuencia, incidiendo estos factores recíprocamente, haciéndonos más adaptativos al medio ambiente, acorde a nuestros objetivos buscados

Hoy nos centraremos más  en la distorsión del pensamiento, o en los llamados “errores del pensamiento”, procesamientos cognitivos que distorsionan, alteran, y cambian la percepción de los acontecimientos. A través de los hechos de la vida cotidiana, desde pequeños hasta la adultez, vivimos acontecimientos de distinto grado e impacto emocional / cognitivo, así mismo el modo en los cuales estos se procesan y se almacenan en nuestra “historia vital”, pasan a ser parte del modo en el cual nos identificamos, lo que pensamos de nosotros mismos, del mundo, del futuro.

 

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Los esquemas cognitivos, formados los mismos por pensamientos, emociones, fisiología, conducta, (punto de vista integral del ser humano), estos esquemas pueden ser adaptativos o desadaptativos. En su aspecto más disfuncional / desadaptativo, los psicólogos clínicos hallamos en nuestros paciente, quienes demandan tratamiento psicológico por algún sufrimiento emocional, psicológico, conductual,  que suelen presentarse con mucha frecuencia errores en el pensamiento. ¿Qué son?, estilos de pensamiento disfuncional producto de sesgos, o errores en el modo en que pensamos. Por ejemplo: pensamientos dicotómicos “todo o nada”, un ejemplo de este tipo de distorsión seria “o lo hago bien, o no hago nada”, este tipo de pensamiento polarizado lleva a percibir las situaciones de un modo extremo y por lo tanto disfuncional, saltándose la posibilidad de estrategias intermedias para actuar.

 

 

 

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Otra distorsión o error en el pensamiento es “personalización” (voy a citar algunas de las distorsiones, propuestas por Aaron T. Beck, quien desarrollo el primer tipo de terapia cognitiva, con evidencia empírica e investigaciones que avalan su teoría y terapia). Ejemplo de personalización: pensar que todo lo que la gente hace o dice tiene que ver de alguna manera, para bien o para mal, con uno mismo, ejemplo: si uno ve a alguien con “mala cara”, considerar sin evidencia que esta así por causa nuestra, sin preguntar ni tener evidencia para ello, por lo cual actuamos, pensamos y sentimos negativamente en consecuencia a nuestro estilo distorsionado de pensamiento. Otra distorsión muy hallada en la clínica es la “abstracción selectiva”, evaluar un acontecimiento en base a una variable o un solo aspecto, por ejemplo, asistimos a un cumpleaños, donde estamos casi 7 horas y sucede un acontecimiento que juzgamos como negativo, como por ejemplo que alguien con quien esperábamos hablar no nos hable, o no conteste, y si al otro día nos preguntan cómo nos fue en dicho cumpleaños, decimos “muy mal”, y contamos ese solo acontecimiento ¿Y todos los otros acontecimientos que disfrutamos del cumpleaños? Este es un sesgo muy común, evaluar situaciones en base a una o pocas variables o acontecimientos, y sacar conclusiones por lo tanto erróneas, que afectarán nuestro estado emocional, haciéndonos actuar en consecuencia a ese sentir o pensar.


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Hay muchos otros tipos de distorsiones cognitivas, lo importante como decíamos, es generar un distanciamiento cognitivo y no creer que lo que uno piensa es lo que sucede o es el mundo tal como lo pensamos, sino atribuir una cuota de duda y someter esos pensamientos a prueba de lógica, ya que en el sufrimiento emocional hallamos muchas distorsiones de este tipo, y corrigiendo el modo de procesar los acontecimientos, vamos a sentirnos diferentes y actuar en consecuencia, por supuesto que antes de eso debemos ser conscientes de cuando “distorsionamos”, y generar pensamientos alternativos, que se basen más en lo que sucede realmente y no en lo que creemos que sucede. Basarse en la evidencia, actuar como científicos con nuestra propia mente.

Lic. Diego M. Herrera (MN: 63.686)

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