Estamos influenciados por muchísimos factores que en líneas generales desconocemos.
Sé que es difícil aceptar esta propuesta de que cada ser hace lo mejor que puede, pero se puede intentar empezar a pensar diferente. Algunos podrán pensar diferente y otros no podrán. Cada uno hace lo mejor que puede y no es juzgable. Por eso es importante tomar consciencia, hacernos conscientes de nosotros mismos, preguntarnos qué nos pasa y por qué hacemos lo que hacemos
Es importante mirar los hechos y situaciones con mente abierta y comprensión extendida para poder comprenderlos más amplia y profundamente y desde diferentes planos.
Cuando decimos que cada persona hace lo mejor que puede, puede provocar malestar o hasta casi indignación, porque esto echa por tierra la concepción de buena o mala persona, buenas o malas acciones si se mira desde un plano cotidiano.
Pensemos un poco, cuando nos enojamos o tenemos miedo o tristeza por algo, estamos sintiendo y manifestando esas emociones lo mejor que podemos porque ese es nuestro estado de comprensión, de conocimiento, de capacidad intelectiva, de creencia, de consciencia que tenemos, y no tenemos otro.
Desde ya que esto no es un vale todo, porque los que están fuera de la ley deben ser interpelados, juzgados y castigados por la intervención de la Justicia y por supuesto que así debe ser.
Un plano es el de los hechos y la comprensión de los mismos desde lo psicológico y otro plano es el de la Justicia que se ocupa de hacer cumplir las leyes y las reglamentaciones de cada caso en cuestión.
Como ya dije en otras oportunidades en el campo de Los Órdenes del Amor y las Constelaciones Familiares, sale a la luz lo que está escondido en el interior de las personas, de los vínculos y las situaciones que los involucran. Y es ahí donde podemos comprender mucho más profundamente las conductas humanas. Un hijo está enojado con su padre y se aleja de él porque no puede tolerar el dolor que le produce algún comportamiento de su padre, y ese padre tiene determinados comportamientos porque el vínculo con sus padres también fue fallido, y ahí la historia se repite desde anteriores generaciones. Una mujer está muy enojada con su marido y lo ataca fuertemente porque se siente aún niña que necesita a su madre y no puede soportar ni sostener los avatares de su vida matrimonial.
Entonces, ¿podemos juzgar a estas personas y decir que son malos hijos o malos padres o malas esposas? Pensemos desde lo micro. Una persona tiene la buena intención y piensa en comportarse en forma serena frente a una situación difícil y hace el esfuerzo para ello, sin embargo, cuando se encuentra en la situación, su emocionalidad se desborda y dice cosas muy fuera de lugar. O sea, la buena intención y el pensamiento no alcanzaron. ¿Y podemos decir que es una persona mala o maleducada? Si lo pensamos desde la buena educación o las buenas costumbres decimos que es una persona maleducada, desubicada.
Pero si podemos ampliar la comprensión podemos decir que hizo lo mejor que pudo, porque si hubiera podido hacer otra cosa la hubiera hecho. Su desarrollo emocional, sus creencias, su historia personal, lo ambiental y algunas cosas más, condicionan sus comportamientos, y esto nos pasa a todos los seres humanos. Estamos influenciados por muchísimos factores que en líneas generales desconocemos.
Sé que es difícil aceptar esta propuesta de que cada ser hace lo mejor que puede, pero se puede intentar empezar a pensar diferente. Algunos podrán pensar diferente y otros no podrán. Cada uno hace lo mejor que puede y no es juzgable. Por eso es importante tomar consciencia, hacernos conscientes de nosotros mismos, preguntarnos qué nos pasa y por qué hacemos lo que hacemos.
