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Hugo Mujica
"EL DON DE LO QUE NO ESTÁ"
(Corto documental)

Cien años atrás, la mayor parte de las poblaciones urbanas tan solo conocían el bullicio callejero y puertas adentro en los hogares transitaban vidas en silencio. 

Hasta ese entonces, escuchar música era posible si alguien cantaba o tocaba un instrumento, y oír grabaciones era un evento extraordinario. Mientras tanto, la radio apenas comenzaba su desarrollo. Apenas un siglo atrás, la vida cotidiana no poseía otra forma de transcurrir su tiempo. 

 

 

Hoy, la cotidianidad es sumergida al estímulo constante de sonidos e imágenes que casi siempre nos enrola solo como espectadores crónicos de lo irreal. Nuestros sentidos son colonizados por el entretenimiento perpetuo, afectando en esencia nuestro propio instante: el presente.

Por estos motivos, compartimos “El don de lo que no está”, un corto documental a modo de entrevista sobre el pensar de Hugo Mujica (sacerdote, poeta, pensador y ensayista), quien nacido ya de las entrañas del entretenimiento visual y sonoro del siglo XX, cuenta  cómo ha hecho camino hacia el origen a través del bucear en el silencio, su paso por el proceso creativo como acto constitutivo y esencial del ser humano, como también su roce con lo trascendente.

Invitamos a ver el video para quienes interese escuchar algo tan distinto como propio.

Algunas transcripciones:

 

“Estaba en la cocina del monasterio y me acuerdo que se ponía el sol, miré, y fui hacia un lápiz. Esos pocos momentos en la vida donde el cuerpo entero hace la acción y no la cabeza que lo conduce, y tomé nota: ‘Se pone el sol tras la ventana de la cocina’. Eso era todo, pero mientras lo hacía sentía que nacía a la poesía.”

“Vengo de un mundo obrero, mis padres terminaron la primaria y nada más. Yo mismo a los 13 años trabajé en una fábrica. Siempre me intrigó de dónde salió ese deseo en mí, ese hecho que a los quince años leía “El ser y la nada” (Heidegger), que aunque no entendía nada, esa nada me interesaba más de lo que los demás chicos se abocaban. Un deseo de usar el saber como forma de comprensión de la vida. La vida nunca me pareció algo que se daba por descontado, sino algo que había que traerlo a la luz para hacer lo propio…”

 

“A los 19 años me fui a EEUU, no tenía dinero ni sabía inglés. Ahí nací a mí mismo, me di una vida yo, y tuve que conquistar un lenguaje.”

 

“Cuando entré a la vida monástica encontré otro lenguaje que era el silencio y ahí se dio a luz en mi la poesía.”

 

“Primero estuve con los hare krishna, después pasé a tener un gurú que me lo había presentado Allen Ginsberg, y con él empecé a ser quien lo acompañaba en sus giras y terminamos en un monasterio trapense cerca de Boston, fue ahí donde tuve una comprensión estética casi de lo religioso, en el sentido que es un lugar que vive en silencio, un silencio que lo palpabas al llegar. Me resultó connatural, sentí inmediatamente una pertenencia a eso.”

 

“La poesía llega a mí tardíamente, tenía casi 30 años, pero a la vez es una continuidad de mi necesidad de descifrar o revestir ese misterio de existir. Lo que me obsesionaba antes cuando pintaba o ahora cuando escribo o pienso es que para mí es una creatividad que se manifiesta en mis ensayos, no en mi poesía. Trato de desentrañar el misterio del paso de no estar al estar. La idea de que yo no existía y de alguna forma aparezco en la existencia, como recibiéndola. Y esa recepción soy yo, eso es lo que para mí reproduce el acto creador, que aquello que no es, que comienza como un susurro, uno le va dando forma y de repente acontece lo creativo. Es casi independiente de que sea pintura o escritura, lo interesante es esa chispa creativa que es portadora de un sentido que uno busca darle forma, sea danza, música, lo que sea, pero la creatividad como el lugar donde eso se recibe, se plasma y se manifiesta.”

 

“Siempre en mi vida fue la búsqueda de la belleza, y encontraba una forma de traer a la palabra y por lo tanto manifestarla en algo que para mí era bello. Creo que eso es mi concepción de la poesía, la posibilidad de lo que todavía estaba como mudo pueda tener palabra, ser comunicable y en esa palabra verse. No es tanto un decir, sino un mostrar. Y en ese mostrar, uno mismo descubre lo que todavía no sabía que estaba viendo, o haciendo. Creo que el silencio que tanto nos intriga, el silencio según mí experiencia no es, el silencio da, da la posibilidad de escuchar. El silencio se retira para oír aquello que está y no sabíamos que hablaba.”

(Hugo Mujica, El don de lo que no está)

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