Los vínculos tóxicos existen
en el mundo, en las familias y entre los seres humanos, no tan así
entre los animales
En este artículo me dedicaré a una parte de la sociedad, las familias con niños pequeños, aunque diré que la desmesura, los excesos, los desbordes emocionales, los abusos, lo que se sitúa en los extremos más extremos, están encendiendo la luz roja de alerta, fuego, fiebre, enfermedad, posible muerte o desaparición de la posibilidad de subjetividad.
Cuando pensamos en un bebé que llega al mundo desvalido, inmediatamente nos damos cuenta que necesita sostén firme, un psiquismo materno preparado para cumplir con la función materna para su buen desarrollo psíquico evolutivo, estimulación.
La pregunta sería ¿Cualquier mujer puede tener hijos? Y la respuesta sería sí, pero si fuera, ¿Cualquier mujer puede ser madre? Entonces diríamos no,
Una madre es capaz de narcisizar el cuerpo del bebé, semantizar, decodificar lo que este expresa a través del cuerpo, posibilita la evolución somatopsíquica al administrarle los elementos necesarios para su desarrollo, apuntala sus funciones de autoconservación y formación del aparato psíquico, trasmite la intuición de una presencia por fuera de los dos, el lugar del padre simbólicamente presente en la madre.
S. Freud refería a la madre biológica, a la mujer que ha parido hijos.
La expresión función materna permite un más allá de lo biológico, ser maternal incluye al hombre.
D. Winnicott refiriéndose a la s madres, pensó tres tipos de categorías para nombrar a una madre lo suficientemente buena, estar sosteniendo, estar encargándose y estar presentificando el mundo.
Existen otros vínculos enfermos en que se somete al otro (niño) a dependencia absoluta, ahogarlos con su amor y por lo tanto imposibilidad de crecimiento y de relación con otros fuera del ambiente familiar, lo que a su vez genera más necesidad de las figuras parentales y así rueda este círculo infernal cerrado.
El niño puede ser comparado, criticado y hasta desvalorizado, ocupando así un lugar de pobreza, acostumbrados a no oponerse, a no confiar, a veces ni en ellos mismos. Su identidad se halla desdibujada y devaluada
El maltrato infantil también se halla incluido, ya que los niños que lo sufren, padecen consecuencias emocionales importantes. Para ellos la agresión y el maltrato es lo aceptable, está naturalizado.
Modalidades crónicas permanentes, de comportamientos agresivos que recaen, sobre todo, en los más débiles del grupo.
Existen padres crueles, como en los cuentos de hadas y monstruos, de madrastras y padrastros…
Existen hijos que vienen a compensar las fallas de esos padres autoexigentes, adictos…
