Crecer de cuerpo y tener aspecto adulto no quiere decir crecer emocionalmente.
Muchas personas padecen de una debilidad de tipo infantil, lo cual no registran hasta que una situación las supera y aparece la imposibilidad de afrontarla.
Ahí el niño o niña, según sea en un hombre o en una mujer, se muestra en toda su fragilidad propia de la edad infantil.
La situación que se presenta, no es precisamente inabordable; puede ser difícil, dolorosa, compleja, y una persona adulta puede enfrentarse a ella a pesar de las dificultades que presente y las emociones que despierte. Sin embargo, cuando la persona no cuenta en sus áreas con una madurez desarrollada, va a quebrarse y no va a poder transitar ni tramitar la situación en cuestión adultamente. Puede llenarse de furia, intolerancia, incomprensión y quedar atrapada en un callejón sin salida.
Padres enfermos, alcohólicos, con pérdidas importantes que no pudieron procesar, que padecieron en guerras o circunstancias muy dolorosas, etcétera, no pueden brindar sostén a un niño.
Este niño crece, se hace grande, y si no pudo rearmarse en su vida, difícilmente pueda brindar sostén. Puede desempeñarse normalmente en muchos aspectos de su vida, pero cuando se encuentra en una situación que requiere poner en juego paciencia, amplitud de comprensión, tolerancia, ternura; es decir, un abordaje adulto, colapsa y no puede llevar a cabo el cuidado necesario.
.
Esto se da muchas veces cuando un hijo o hija tiene que hacerse cargo de padres enfermos y especialmente si la enfermedad es mental. También se puede observar en madres que se desbordan con las rabietas o actitudes hostiles o caprichosas de sus hijos y no pueden encarar situaciones desde un rol materno adulto. Y así se cierra el círculo. Padres que no pueden sostener e hijos que de grandes no pueden acompañar a sus padres enfermos.
En la vida se presentan cientos de avatares que llevan a cada persona a hacer lo mejor que puede, por eso no se juzga ni a los padres ni a los hijos. Y dadas las problemáticas buscaremos cómo resolverlas.
Trabajando con constelaciones vemos en muchas ocasiones situaciones de la naturaleza mencionada, entonces la constelación mostrará el origen de esos dolores sin sanar, de esas ausencias que dejaron vacíos, de esos sufrimientos ocultos.
Del conflicto a la solución es el camino a recorrer, con humildad, dejando que el sistema familiar se manifieste en su veracidad, sin prejuicios ni juicios.
